martes, 25 de marzo de 2014

PLATERO Y JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Se cumplen cien años de la publicación de Platero y yo 



“A ti Platero, que vivirás siempre, poco te importa irte.

Pero ¿Y yo, Platero?”


 




Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...




domingo, 23 de marzo de 2014

RECORDANDO A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ



"Nací en Moguer, la noche de Navidad de 1881. Mi padre era castellano y tenía los ojos azules; y mi madre, andaluza, con los ojos negros. La blanca maravilla de mi pueblo guardó mi infancia en una casa vieja de grandes salones y verdes patios. De estos dulces años recuerdo que jugaba muy poco, y que era gran amigo de la soledad."
 





Vino, primero, pura
Vestida de inocencia
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
De no sé qué ropajes;
Y la fui odiando sin saberlo.
Llegó a ser una reina
Fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de hiel, y sin sentido!
… Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
De su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quitó la túnica,
Y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
Desnuda, mía para siempre!




 

jueves, 20 de marzo de 2014

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA




Al celebrar el Día Mundial de la Poesía el 21 de marzo, la UNESCO reconoce el valor del símbolo de la creatividad humana que tiene el arte poético. Al mismo tiempo, también es un homenaje a todas las mujeres y hombres que luchan cada día por crear un mundo mejor usando tan solo las palabras como herramienta.


Arco de luz

Nudo a nudo, los pies descalzos sobre
el nudo del dolor,
tantear el camino,
ese que está trazado desde el confín del tiempo
pero aún por escribir.
Tantear cada grieta, que es nosotros
y en nuestra orfandad busca razón de su hendidura;
afianzar la partida, ojos en alto,
tan lejana la nube,
tan disuelta en el aire.
Forzar el equilibrio, nudo a nudo.
Saber de la caída.
Abrir las alas.

Pilar Blanco




sábado, 8 de marzo de 2014

POEMA VISUAL 3



Es el sabor de lo pequeño... Es tocar un sueño... 

 Magia es probar a volcar lo que hay en el fondo de ti 
 Magia es verte sonreír... 
 Magia es probar a saltar sin mirar 
 Es caer y volver a empezar...

Magia. Rosana

sábado, 1 de marzo de 2014

MI HISTORIA

Mi historia


Sentí una gran emoción cuando por primera vez en la vida mis padres y yo fuimos a bucear, tenía mariposas en el estómago, estaba tan nerviosa; por una parte feliz, iba a ver muchísimos peces, corales, anémonas...,  pero por otra asustada, y si me quedaba sin oxígeno, y si me encontraba con un tiburón. Dejé a un lado esos pensamientos, me puse el neopreno, me estaba un poco grande, no dije nada, me pusieron la botella de oxígeno a la espalda, ¡cómo pesaba!, me dieron las gafas y la máscara por donde se respira.

Mis padres y los monitores montaron en la lancha, que nos iba a llevar donde había más profundidad, me quedé paralizada, mis padres me llamaron, fui corriendo y me monté. La lancha arrancó; cuando llegamos, sentía aún más nervios, nos pusimos de pie, la cuenta atrás ya ha empezado. Entonces llegó la hora, me tiré caí en el mar, ¡qué gran emoción estaba respirando a través de la máscara!, ¡todo era precioso! Muchísimos peces de todos los colores, era lo más emocionante que había hecho en toda mi vida. Buceamos durante una hora, que por cierto, a mí me parecieron cinco minutos, disfrutaba tanto ahí debajo, que me olvidé de todos los problemas, de todas las cosas; éramos el mar, los peces y yo.


Llegó la hora de volver a la superficie, me despedí de aquel mundo submarino. Ya estaba en la superficie con mis padres y los monitores. La lancha cada vez se acercaba más a la costa, al muelle de donde habíamos partido. Bajé de la lancha me quité el neopreno y me puse mi ropa. 

 Volvíamos a casa; jamás olvidaré lo que viví ahí debajo, jamás olvidaré lo que vi; ese recuerdo permanecerá en mi mente para toda la vida. 

 Sigrid Fernández Álvarez 2ºESO B